Un recorrido de crecimiento, formación espiritual y propósito desde la visión de la flor trinitaria
La flor trinitaria es símbolo de belleza, fuerza y diseño divino. Aunque su verdadera flor es pequeña y sencilla, está envuelta por tres pétalos brillantes que le dan visibilidad y presencia.
Así también, la mujer trinitaria:
Cada sesión corresponde a una etapa de formación espiritual, reflejada en una parte del crecimiento de la flor trinitaria:
Objetivo: Reconocer la identidad en Cristo como raíz verdadera y eterna.
Llevar a cada mujer a reconocer en qué ha basado su identidad hasta ahora y ayudarla a reenfocar su valor en Cristo como su única raíz verdadera y eterna.
Identidad segura, no en lo externo, sino en el Cristo que habita dentro.
“Porque el valor de una flor no depende de su color o tamaño, sino de la raíz que la alimenta.”
— Enseñanza base del discipulado Trinitarias
Colosenses 2:7
"Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias."
Pregunta clave: ¿Qué pasa cuando nuestras raíces están en cosas frágiles como la belleza, la aceptación o el éxito?
"Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre... y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."
Mateo 6:6
Frase clave: “No soy lo que hago ni lo que tengo. Soy quien Dios dice que soy.”
Instrucciones:
“Señor, quiero desarraigarme de toda identidad falsa. Ya no quiero vivir desde lo que los demás ven, dicen o esperan. Quiero vivir desde el Cristo que habita en mí.
Padre, plántame profundamente en tu amor, en tu verdad, en tu presencia. Hazme firme, aunque nadie me vea, porque sé que tú me sostienes desde adentro.
Hoy decido echar raíces en Ti, y dejar que lo visible florezca solo por lo que ya has formado en lo invisible. En el nombre de Jesús. Amén.”
“Mi raíz está en Cristo, y mi flor florece para Su gloria, no para mi fama.”
Objetivo: Comprender que la fuerza está en el carácter formado en los procesos difíciles.
Guiar a las mujeres a comprender que su fuerza no está en lo que muestran, sino en el carácter formado en los procesos difíciles. La belleza verdadera es sostenida por un tallo firme: la perseverancia, el quebranto y la transformación interior.
El carácter se desarrolla en la perseverancia y el quebranto.
“La flor se eleva solo si el tallo ha sido formado en rectitud.”
— Enseñanza base del discipulado Trinitarias
Romanos 5:3-4
"...nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza."
"Si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra."
2 Timoteo 2:21
Frase clave: “Lo que me quebró ayer, hoy me sostiene con gracia.”
"...la prueba de vuestra fe produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna."
Santiago 1:3-4
Instrucciones:
📌 Reglas de la dinámica:
“Señor, gracias porque Tú no me defines por mis errores, sino que me formas a través de ellos.
Gracias por no desecharme en medio de mis pruebas, sino por usar cada tribulación para hacerme más firme, más entera, más parecida a Ti.
Hazme un tallo recto, que sostenga Tu belleza.
No quiero florecer para impresionar, sino para ser útil, estable y confiable en Tu Reino.
Haz de mí una mujer trinitaria con carácter probado. Amén.”
“La flor que resiste es la que tiene un tallo firme.”
Objetivo: Comprender que la verdadera belleza espiritual reside en el espíritu humilde.
Llevar a cada mujer a comprender que la verdadera belleza espiritual no se trata de ser vista, sino de ser habitada por Cristo. El centro de la vida cristiana no es el ego, sino un espíritu rendido y humilde.
Lo esencial en la mujer trinitaria es su espíritu conectado a Dios.
“La flor trinitaria tiene una forma compleja, pero su flor real es pequeña, escondida entre los pétalos. Así es el alma rendida: no grita, florece en humildad.”
— Enseñanza base del discipulado Trinitarias
1 Pedro 3:4
"...el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios."
Palabras clave:
En la trinitaria, la parte más colorida no es la flor, sino las brácteas. La flor verdadera es pequeña y blanca, y solo se distingue cuando se mira con detenimiento.
Así también, muchas veces confundimos presencia con apariencia. Pero la verdadera flor es el espíritu que ha sido rendido a Cristo.
“…yo habito con el quebrantado y humilde de espíritu, para vivificar el corazón de los quebrantados.”
Isaías 57:15
Frase clave: “La mujer trinitaria florece para Dios, no para la galería.”
"Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón…”
Mateo 11:29
Preparación:
Guía paso a paso:
“Señor, te entregamos lo que creemos que nos da valor, para recibir lo que verdaderamente importa: Tu vida en nosotras. Haz de cada una de nosotras un jardín escondido donde Tú seas el centro, y no nosotras. Que nuestra belleza esté en lo invisible, y nuestro fruto en la humildad. En el nombre de Jesús. Amén.”
Durante esta semana, practica rendición:
“No florezco para que me vean, florezco porque Él habita en mí.”
Objetivo: Entender que la belleza y plenitud espiritual dependen de tres pilares internos.
Guiar a cada mujer a entender que la belleza y plenitud espiritual no dependen de lo externo, sino de tres pilares que adornan su vida desde el interior: comunión constante con Dios, palabra viva en su interior y obediencia activa en lo cotidiano.
La flor se embellece por lo que la rodea. Así la mujer trinitaria se forma con tres expresiones:
Juan 15:5
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
La flor trinitaria tiene tres pétalos grandes y llamativos que la hacen reconocible. Este número no es casualidad: representa una unidad de elementos vitales que trabajan juntos.
Así también, la mujer de Dios no florece por dones o estética, sino por la presencia de tres expresiones constantes en su vida espiritual:
“Una cosa he demandado… que esté yo en la casa del Señor…”
Salmo 27:4
💡 Claves prácticas:
“La palabra de Dios es viva y eficaz…”
Hebreos 4:12
💡 Claves prácticas:
“¿Se complace Dios tanto en sacrificios como en obedecer su voz?”
1 Samuel 15:22
💡 Claves prácticas:
“No basta con tener raíz y tallo; sin pétalos no hay flor visible. La comunión, la Palabra y la obediencia son el color de tu vida espiritual.”
Material:
Tiempo: 15 minutos
Instrucciones:
“Señor, llena cada área de mi vida. Quiero florecer para Ti. No quiero que mi alma se marchite por falta de comunión, ni por olvido de tu Palabra, ni por resistencia a tu voluntad. Ábreme como flor trinitaria, para Tu gloria. Amén.”
“La mujer trinitaria no solo tiene raíces y forma. Florece porque camina con Dios, se nutre de Su Palabra y vive para obedecer.”
Objetivo: Entender que las espinas en la vida espiritual son sabiduría protectora.
Entender que las espinas en la vida de una mujer espiritual no son señales de dureza ni frialdad, sino de sabiduría protectora. Así como la flor trinitaria desarrolla espinas para proteger su belleza y su raíz, la mujer trinitaria también necesita límites sanos para preservar su paz, su llamado y su dignidad en Cristo.
Las espinas protegen la vida. Muchas mujeres han sido heridas por falta de límites emocionales, espirituales o relacionales. La verdadera madurez no solo florece; también se guarda con firmeza y discernimiento.
Proverbios 4:23
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”
🔍 Reflexión: ¿Has confundido “amor cristiano” con falta de límites?
🔍 Reflexión: ¿Qué relaciones te han drenado más de lo que te han edificado?
🔍 Reflexión: ¿A quién le has permitido ocupar un espacio que solo Dios debería ocupar?
Duración estimada: 20–25 minutos
Material sugerido:
Instrucciones:
Durante la semana:
“Una flor con espinas no deja de ser bella; simplemente aprendió a proteger lo que Dios plantó en ella.”
Objetivo: Comprender que el florecimiento es una invitación a servir y transformar el entorno.
Comprender que el florecimiento espiritual no es un fin en sí mismo, sino una invitación a servir y transformar el entorno desde el amor y la plenitud en Cristo. Como la flor trinitaria que se extiende y cubre espacios, la mujer trinitaria ha sido llamada a extender el Reino con humildad, gracia y poder.
Expandirse desde la plenitud, no desde la necesidad.
El servicio no es una carga cuando nace del amor y la intimidad con Dios. No se trata de estar ocupadas, sino de estar plantadas donde Él quiere. La mujer trinitaria no busca protagonismo, sino impacto eterno.
Isaías 61:3
“...para que sean llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”
🔍 Pregunta reflexiva: ¿Estoy sirviendo para llenar un vacío, o desde la plenitud que Dios me ha dado?
🔍 Pregunta reflexiva: ¿He menospreciado el lugar donde Dios me ha plantado?
🔍 Pregunta reflexiva: ¿Qué aroma dejo en los lugares donde sirvo?
⏱ Duración estimada: 25 minutos
🧰 Material sugerido:
Instrucciones:
“¿Dónde me estás plantando? ¿A quién estás llamándome a servir?”
“Florecer no es para lucirnos, sino para cubrir la tierra con la belleza del Reino. Allí donde Dios te planta, Él quiere que transformes el clima.”
“No florezco por mí misma, sino porque estoy arraigada en Cristo. Mi belleza es Su obra, y mi propósito es Su gloria.”
Una experiencia simbólica donde cada mujer presenta una flor como acto profético de lo que Dios ha formado en ella. Puede incluir: